Recuperación: Puesta a tierra o "conexión a tierra" después de una carrera
Después de una carrera o un entrenamiento prolongado, es fundamental permitir que el cuerpo se enfríe y se recupere. Una práctica que puede ayudar con esto es la "conexión a tierra", que implica caminar descalzo sobre superficies naturales como pasto, arena o tierra para reconectarse con la carga eléctrica de la tierra. Se ha demostrado que la conexión a tierra mejora la calidad del sueño, reduce la inflamación e incluso mejora el rendimiento deportivo. También puede ayudar a estimular la propiocepción o el sentido de posición y movimiento del cuerpo.
Cuando corremos o hacemos ejercicio, ponemos mucha tensión en nuestras articulaciones, músculos y tejidos conectivos. Esto puede causar microdaños e inflamación, provocando malestar e incluso dolor. Además, los movimientos repetitivos pueden hacer que nuestra propiocepción se desvíe, lo que lleva a una disminución de la capacidad de detectar la posición y el movimiento de nuestro cuerpo con precisión. Esto puede dar lugar a compensaciones y desequilibrios que pueden provocar más daños.
Ponerse en tierra después de correr puede ayudar a restablecer la propiocepción al estimular las terminaciones nerviosas de los pies. Las plantas de nuestros pies son muy sensibles y cuentan con una densa red de nervios que envían señales al cerebro sobre la posición y el movimiento de nuestro cuerpo. Caminar descalzo sobre superficies naturales puede activar estos nervios, mejorando la comunicación entre nuestros pies y el cerebro y mejorando nuestra sensación general de equilibrio y estabilidad.
Además, la conexión a tierra puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor en los pies y las extremidades inferiores. Cuando caminamos descalzos sobre superficies naturales, esencialmente estamos recibiendo un suave masaje de la tierra. Esto puede estimular el flujo sanguíneo, reducir la hinchazón y liberar la tensión en los músculos y tejidos conectivos. Al reducir la inflamación y el dolor, podemos mejorar nuestra retroalimentación propioceptiva y movernos de manera más eficiente y cómoda.
Para aprovechar al máximo el contacto con el suelo después de correr, es importante tomarse su tiempo y prestar atención a su cuerpo. Comience caminando lenta y conscientemente, permitiéndose sentir la textura del suelo bajo sus pies. Concéntrese en la sensación de cada paso y preste atención a cualquier área de malestar o tensión.
Mantener los pies en el suelo después de correr es una excelente manera de restablecer nuestra propiocepción, reducir la inflamación y promover la recuperación general. Dedicando unos minutos a caminar descalzos sobre superficies naturales, podemos mejorar nuestro equilibrio, estabilidad y sensación general de bienestar. Así que la próxima vez que termines de hacer ejercicio, considera quitarte los zapatos y volver a conectarte con la tierra. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
Sigue adelante.